GASTRONOMIA AREQUIPEÑA
La cocina arequipeña ha
alcanzado fama por ser una de las más variadas y sabrosas del Perú. Posee la
mayor diversidad respecto a otras localidades del Perú gracias a la amplia
despensa que posee en su campiña, investigaciones han registrado 194 variedades
de platos típicos, de los cuales 40 son entradas, 11 chupes o almuerzos, 11
caldos, 70 guisos o segundos, 51 postres, dulces y salados, y 11 bebidas.
La cocina arequipeña es un
portentoso bastión de la gastronomía peruana, es producto del mestizaje entre
una cocina andina ancestral y la española, entre los productos naturales de su
costa y los de las alturas andinas. Es reconocida por sus variados platos,
generalmente de sabores fuertes, y la constante presencia de camarón de río, y
del rocoto, especie de ají grande parecido al pimentón rojo, y de fuerte picor.
Estos platos, son servidos en los restaurantes criollos o en restaurantes
caseros y tradicionales llamados "picanterías".
Usted amará los
restaurantes y la cocina de Arequipa, también conocidos como picanterías, en
donde la deliciosa gastronomía de la región esparce sus aromas gracias al
calor de la leña. El rocoto, delicia ícono de la zona, el solterito de queso,
el caldo blanco, el chicharrón de cerdo, el guisado y el conocido adobo
dominical, deleitan a los visitantes.
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¿Y los postres?
¡Manjares de los dioses! En su privilegiado encuentro con la Ciudad Blanca de
Arequipa, no se olvide de probar la tradicional chicha de maíz acompañada por
un delicioso anís, el Nájar, como digestivo. ¿Qué más se puede pedir?
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Arequipa
Las picanterías de la Ciudad
Blanca son la expresión moderna de una costumbre ancestral de la región, que
vincula lo rural con lo gastronómico. Son restaurantes tradicionales donde aún
se cocina con leña, una fuente de calor natural que intensifica el aroma de las
especias en las comidas.
Un plato símbolo de Arequipa es el
rocoto relleno con picadillo de carne, queso, huevos y aceituna, y cubierto con
una lonja de queso derretido. Otras entradas de sabor arequipeño son el
solterito de queso, que combina habas, choclo o maíz, aceitunas, rocoto y queso
picado en una marinada de limón y hierbas; y la ocopa, cuatro o cinco rodajas
de papa hervida cubiertas con una crema elaborada con leche, queso, maní, ají,
cebollas, galletas y cola de camarón.
Como toda ciudad serrana, Arequipa
ofrece suculentas sopas. Las más conocidas son el caldo blanco, altamente
contundente y saludable, con lomos de cordero, papa, choclo o maíz, garbanzo,
chuño y especias; la sopa puchero, un guisado de res, cerdo y gallina con
verduras y hierbas; y el chupe de camarones, un caldo de camarones con leche y
queso.
En Arequipa, los domingos en la
mañana encontrará adobo, un plato de fondo elaborado con lomo de cerdo, ají,
cebolla y chicha de jora. Los arequipeños gustan mucho del chicharrón de cerdo
y el guisado. De ahí derivan sus picantes, como el picante de cerdo, de res, de
cordero o de pato; también el locro, un guisado de zapallo con carne de res o
cordero; y la malaya frita, que consiste en falda de res guisada y dorada servida
con yuca frita y salsa de cebolla.
Los postres arequipeños son
variados, como los buñuelos de bolillas de harina, huevos y leche, que se
sirven en miel de chancaca; y el queso helado, que se prepara con coco, canela,
leche y especias y, una vez cuajado, se sirve con miel o solo. También son
famosos sus chocolates y toffees. La bebida tradicional es la chicha de maíz o
chicha de jora y el anís Nájar, un licor local que se toma como digestivo,
principalmente tras el consumo de cerdo.